La apnea obstructiva del sueño es una afección que obstruye las vías respiratorias durante el sueño. Las paradas respiratorias que se derivan pueden durar segundos o minutos y se pueden producir hasta 30 veces cada hora a lo largo de toda la noche.
Este trastorno puede afectar seriamente a la calidad de vida. La dificultad para respirar correctamente afecta al descanso e impide un sueño reparador. Es por eso que las personas que sufren apnea del sueño acostumbran a estar cansadas todo el día, irritables debido a la imposibilidad de descansar y presentan problemas de memoria o concentración.
La apnea del sueño es una enfermedad muy común, que afecta aproximadamente al 15% de hombres y al 10% de mujeres. El diagnóstico se realiza mediante un estudio de sueño (polisomnografía), que valora diferentes parámetros, como la saturación del oxígeno, la presión arterial o la duración de las apneas y hipopneas (desaturaciones), etc.
Causas y síntomas
La apnea del sueño puede ser debida a un exceso de tejido graso del cuello, la relajación de los músculos o una estructura anómala de la mandíbula y el cuello. La mitad de las personas obesas sufren de apneas así como también es habitual en personas de edad avanzada. En el primer caso es debido al exceso de tejido graso del cuello y, en el segundo, debido a una menor musculación y mayo facilidad de relajación de los músculos del cuello.
Los principales síntomas de apnea, que pueden ser leves o graves, son:
- Ronquidos muy fuertes con pausas o respiración entrecortada
- Somnolencia durante el día
- Facilidad de quedarse dormido en momentos de tranquilidad
- Dolores de cabeza
- Sequedad en la boca
- Irritabilidad
- Falta de concentración o memoria
- Depresión
- Hipertensión arterial
Es necesario tener en cuenta que no todas las personas que roncan sufren apnea obstructiva del sueño. Aún con eso, los ronquidos pueden ser también un problema social grave, como la discordia marital.
Tratamiento de la apnea del sueño
Si considera que usted o su pareja puede sufrir apnea del sueño, visite un cirujano maxilofacial. El profesional lo podrá derivar, si lo considera necesario a una clínica del sueño donde le monitorizan sus patrones de sueño. Mediante estos resultados y un análisis para buscar posibles problemas que puedan causar la apnea, el cirujano le realizará un diagnóstico preciso.
El tratamiento de la apnea puede diferir en función de la gravedad del caso y de las causas de la misma.
- Modificación de la conducta: si la apnea es leve, el cirujano le receptará unos nuevos hábitos de vida que puedan llegar a eliminar el problema completamente, entre ellos la pérdida de peso, la eliminación del alcohol, la cafeína y las comidas pesadas de su dieta y un cambio de posiciones a la hora de dormir.
- Dispositivos bucales: para una apnea que no se solucione mediante este cambio, se puede utilizar un dispositivo bucal que mantenga las vías respiratorias abiertas durante la noche, impidiendo la obstrucción.
- C-PAP: para apneas de sueño moderadas, la C-PAP es otra solución. Este aparato, conformado por una máscara que se sitúa encima de las vías respiratorias, envía un flujo de aire continuo que evita la obstrucción. A pesar de todo, tanto este procedimiento como el anterior no tratan las causas de la apnea sino sólo sus consecuencias. Es por eso que se recomienda que vengan acompañadas también de un cambio de hábitos y condiciones físicas.
En casos graves de apnea del sueño, el cirujano maxilofacial puede recomendar la cirugía, que eliminaría de raíz las causas de la apnea. El avance del maxilar y de la mandíbula y el mentón son curativos en más del 95% de los casos de apnea del sueño y son hoy en día la modalidad de tratamiento más resolutiva, especialmente en pacientes que no toleran o están cansados de llevar máscara de oxigeno durante la noche.